La evolución de la guitarra flamenca en España desde sus orígenes hasta la situación actual

Según Norberto Torres (2009), la guitarra flamenca surge como unión entre la tradición de la guitarra popular rasgueada y el repertorio popularizante de “aires andaluces” de los concertistas de la segunda mitad del siglo XIX.

Historia de la guitarra flamenca en Espa�a

Prácticamente desde que tenemos constancia en España de la guitarra de cuatro órdenes existe el concepto de “guitarra popular”, caracterizada por los acompañamientos elementales y rudimentarios en oposición a otros más complejos propios de la vihuela. Una de las características fundamentales de esta guitarra popular es el empleo de una técnica muy característica: el rasgueado, elemento este que se convertirá posteriormente en rasgo distintivo de la guitarra flamenca.  Además, tal como expone Norberto Torres, “parte del repertorio de los vihuelistas se nutre de lo popular, y que uno de sus procedimientos para componer, el de glosar variaciones llamadas diferencias, se conservará en el toque con el nombre de ‘falsetas’” (Torres 2009)

Llegados al siglo XVII, en el que encontramos ya la guitarra con cinco órdenes (conocida internacionalmente a partir de ahora como “guitarra española”), se puede constatar la utilización frecuente de la técnica del rasgueado en los principales países europeos, especialmente para acompañar danzas españolas. Esta estética continuará a lo largo del siglo XVIII, donde destacará Cádiz como lugar clave en la actividad musical alrededor de este instrumento. Además, continúa habiendo esa conexión entre la guitarra académica y la popular, especialmente con la aparición de nuevos géneros como el fandango (que aportará algo fundamental para el toque flamenco como es la llamada cadencia andaluza) o la jota.

Ya en la segunda mitad del siglo tenemos un cambio fundamental para la historia del instrumento, que es la adición de un sexto orden. Es en este momento cuando ya se establecen definitivamente dos grandes escuelas: la guitarra culta punteada (que será la futura guitarra “clásica” de concierto) y la guitarra popular de acompañamiento (que se convertirá posteriormente en la guitarra flamenca). Esta tendencia se confirmará en la primera mitad del siglo XIX, cuando se produzca el siguiente gran cambio organológico del instrumento, que pasará de tener seis cuerdas dobles a tener seis simples (surgiendo así en el flamenco el “toque por arriba”).

En la segunda mitad del siglo XIX, fruto del gusto burgués de “lo andaluz” como algo exótico, los concertistas de la guitarra académica (especialmente los discípulos directos o indirectos de Dionisio Aguado) van a incluir con frecuencia en sus programas obras con una marcada influencia “popular”. De la misma manera, los tocaores también se verán influidos por el repertorio de estos concertistas “de escuela”. Recordemos que es la época de los cafés cantantes y que estos tocaores han dejado de desempeñar la función de cantaor/tocaor y se dedicarán exclusivamente a su función de acompañantes. Nace por fin la guitarra flamenca en estado puro, lo cual se verá reflejado unos pocos años después (en 1902) con la aparición del que fue el primer método de guitarra flamenca: el de Rafael Marín.

Desde entonces, y gracias especialmente a dos guitarristas imprescindibles en la historia del flamenco, como son Ramón Montoya y posteriormente el maestro Paco de Lucía, la guitarra flamenca ha evolucionado exponencialmente, llegando incluso a independizarse hoy en día de su función de acompañamiento del cante y del baile y originando una nueva vertiente: la guitarra flamenca de concierto. Para llegar a esta situación, en el que la guitarra flamenca es demandada internacionalmente y la afición por ella es enorme, debemos agradecer la labor que realizan los grandes concertistas actuales como Víctor Monge “Serranito”, Manolo Sanlúcar, Oscar Herrero, Vicente Amigo o Tomatito, entre otros. 

Bibliografía recomendada

  • Álvarez Caballero, A. (1992) "La guitarra flamenca: un esquema histórico". En La Guitarra en la Historia, vol. IV. Córdoba: La Posada.

  • Torres Cortés, N. (2005) Historia de la guitarra flamenca: el surco, el ritmo y el compás. Almuzara.

  • Torres Cortés, N. (2009). De lo popular a lo flamenco: Aspectos musicológicos y culturales de la guitarra flamenca (siglos XVI-XIX). Universidad de Almería, Facultad de Humanidades, Departamento de Ciencias Sociales y Humanas (tesis doctoral).