Mindfulness para músicos

¿Alguna vez te has percatado de la cantidad de pensamientos que acechan tu mente durante el estudio e, incluso, durante las audiciones o conciertos?

Los músicos pasamos largas horas de estudio con el instrumento, aunque no siempre con el resultado deseado. Uno de los grandes enemigos suele ser la falta de concentración en lo que estamos haciendo. Por eso, una hora de estudio completamente concentrado es mucho más provechoso que cuatro horas sin conciencia ni atención.

En este artículo te voy hablar del Mindfulness aplicado a la música, a partir de este libro de David Álvarez que te recomiendo y que puedes comprar haciendo click en el siguiente enlace:

 

¿Qué es el Mindfulness y cómo aplicarlo al estudio del músico?

El Mindfulness o atención plena es la capacidad de ser conscientes de los contenidos de nuestra mente en cada momento, evitando los pensamientos en "piloto automático" en los que estamos sumergidos habitualmente. Consiste en un entrenamiento directo y gradual de la atención plena para conseguir una mente despejada y, en definitiva, una mayor concentración en lo que hacemos.

Algunos de los beneficios que nos puede ofrecer como músicos son:

Para aplicarlo a nuestro día a día, deberíamos realizar dos tipos de práctica:

  • Mindfulness a la manera tradicional, dedicando diariamente unos minutos a la meditación. Si no lo has hecho nunca, comienza con unos 5-10 minutos diarios. Siéntate cómodo, con la espalda recta y mantén la concentración y la atención plena en tu respiración. Se trata de una tarea más compleja de lo que parece a simple vista. Por eso existen cientos de técnicas para meditar, algunas de las cuales trataré en otras entradas del blog.
  • Mindfulness con el instrumento, tanto en el estudio en casa como en la propia actuación en público.

EJERCICIOS PRÁCTICOS PARA UNA INTERPRETACIÓN CONSCIENTe

En esta ocasión expondré dos ejercicios prácticos de Mindfulness para realizar con el instrumento. El objetivo es alcanzar una interpretación consciente, centrando nuestra atención al 100% en el movimiento de los músculos, las sensaciones físicas que nos trasmite el propio instrumento y, lo más importante, la música.

Puedes ampliar más la información en el libro ya comentado o en este otro artículo.

Ejercicio 1: Atención al movimiento

Uno de los errores más frecuentes en los músicos es tocar con un exceso de tensión. El objetivo de este ejercicio es precisamente ser consciente del estado de tensión o relajación de los músculos.

  1. Comienza realizando un escaneo corporal para localizar cualquier tensión y unir el cuerpo y la mente. Cierra los ojos y haz varias respiraciones profundas. Piensa en un torrente de agua o aceite caliente que va recorriendo y relajando todo tu cuerpo: pies, muslos, cadera, abdomen, pecho, hombros, codos, dedos, cuello, cabeza...
  2. Toca una pieza muy despacio y focaliza tu atención en cada uno de los movimientos de tus dedos, tanto en conjunto como por separado.

  3. Identifica y localiza los puntos de tensión en tu cuerpo, prestando especial atención a tus hombros y tus brazos.

  4. Observa como, una vez eres consciente de esos puntos, la tensión disminuye. Ser consciente de los lugares donde ejercemos involuntariamente tensión es el primer paso para eliminarla.

  5. Cuando tu mente divague a otro lugar, no te enfades ni te juzgues, simplemente vuelve a atraer la atención al movimiento de tus dedos o de tus brazos.

Ejercicio 2: Atención al sonido

Si eres capaz de estar plenamente consciente del sonido de tu instrumento, silenciarás cualquier tipo de voz incómoda de tu interior y relajarás también tus músculos. Los pasos a seguir son prácticamente iguales a los del ejercicio anterior:

  1. Escaneo corporal durante al menos 2 minutos y, a ser posible, con los ojos cerrados.
  2. Toca la pieza musical y centra tu atención en el sonido que estás generando. Presta atención al volumen, la intensidad, la afinación, al timbre y a cómo se combinan los sonidos.

  3. Pregúntate: ¿cómo reacciona tu cuerpo a esos sonidos? ¿Dónde sientes los sonidos más graves? ¿Y los agudos? ¿Qué emoción te transmite la música?

En conclusión, si eres capaz de estar aquí y ahora mientras tocas, el estudio y la actuación serán notablemente mejores y apagarás esa voz enjuiciadora que todos llevamos dentro, ¿no crees?