La magia del charango: Historia, construcción y técnicas de interpretación"

Breve introducción a la historia del charango

El charango es un instrumento musical típico de la región andina, especialmente de Perú y Bolivia. Aunque su origen exacto es difícil de determinar, se sabe que ya existía en el siglo XVII y probablemente proviene del tiple canario.

En el pasado, era un instrumento casi exclusivo de las clases rurales muy relacionado con la figura de los indios, pero a partir de los años 50, el charango empezó a integrarse en las zonas urbanas participando en todo tipo de conciertos y actos tanto folclóricos como contemporáneos.

Uno de los grandes causantes de esta popularización fue el músico y luthier boliviano Mauro Núñez. A partir de los años 60, se exporta la música de charango a otros lugares como Argentina, Chile e incluso países europeos a cargo de inmigrantes que llevan el instrumento a nuevas tierras. En 1973 se constituye en La Paz, Bolivia la Sociedad Boliviana del Charango, que desde 1997 cada dos años organiza el Congreso Nacional del Charango junto al Encuentro Internacional de Charanguistas, una de las citas ineludibles para los amantes del instrumento.

Cómo es el charango

El charango es un instrumento pequeño, similar a una guitarra, pero con una caja de resonancia más pequeña y un mástil más corto. Tiene cinco cuerdas dobles, aunque también existen variantes con cuatro cuerdas.

El charango se construye con madera y caparazón de armadillo, aunque hoy en día prácticamente todos los charangos son de madera o incluso de papel compactado ya que está prohibido sacrificar estos animales ahora en peligro de extinción.

Tipos de charango y afinación

Existen muchas variantes en cuanto a construcción en ambos países, por lo que es complicado establecer un estándar común a todos. Los tamaños más populares son el wallycho de 50 cm, el charango Kirikiño o urbano de 60 cm y el rojo de 75 cm. Tiene 5 órdenes o cinco pares de cuerdas, aunque en algunas zonas de Perú no es raro verlos con 4 únicas dos a cada extremo y una doble en medio. En Bolivia suelen ser de caja acabada o vaciada, y en Perú, más bien laminados.

La afinación varía según la región o preferencias del intérprete, aunque la más habitual es el templo natural. Las cuerdas del tercer orden están octavadas entre sí, al igual que sucede con la guitarra.

Cómo tocar el charango

Una de las técnicas principales del charango son los rasgueos, además de los repiques y el tremolo. Los ritmos son riquísimos, también heredados de las distintas zonas en las que se desarrolló el charango. Algunos de los ritmos más populares son el Huayno, la Cueca, el Carnaval, la Saya y el Taquirari.

Tocar el charango puede ser un reto para los músicos que se están iniciando en este instrumento, pero con práctica y dedicación, se pueden lograr resultados sorprendentes. Una de las técnicas más importantes es el rasgueo, que consiste en golpear las cuerdas con los dedos para producir sonidos rítmicos y melodiosos. Esta técnica se puede realizar de varias maneras, dependiendo del estilo musical que se esté interpretando y de las preferencias del intérprete. Algunas formas comunes de rasgueo incluyen el rasgueo simple, el rasgueo doble y el rasgueo triple, entre otros.

Otra técnica fundamental del charango es el tremolo, que se asemeja al que se utiliza en la mandolina. Para realizar esta técnica, se deben tocar las cuerdas de forma muy rápida y repetitiva con un dedo, haciendo que el sonido producido tenga un efecto de vibración. El tremolo se puede realizar con el dedo índice, aunque también se puede experimentar con otros dedos o incluso con varios dedos a la vez. La intensidad y la dinámica del rasgueo y el tremolo son clave para conseguir un sonido de calidad en el charango, por lo que es importante prestar atención a estos detalles y practicarlos con regularidad.