La autoestima musical: 3 ejercicios para creer más en uno mismo

A principios de la década de 1950 se creía que no era posible que un ser humano corriese los 1000 metros en menos de cuatro minutos. Pero Roger Bannister, un joven atleta británico, no estaba de acuerdo y se preparó durante mucho tiempo para alcanzar esa meta.

El 16 de Mayo de 1958 lo consiguió (3'59.4'') y demostró al mundo entero que esa creencia sólo era una barrera mental. De hecho, tres años después, otros 16 atletas lo consiguieron. ¿Quién dijo imposible?

La lección que podemos aprender de esta historia es la relevancia que tiene la confianza en uno mismo para mejorar en cualquier ámbito de la vida. Y es que para conseguir lo que quieres, primero debes creer en ti mismo. Esto no significa pensar que eres el mejor del mundo, sino saber que tienes la capacidad de llegar al punto que deseas, te cueste más o menos esfuerzo y sacrificio.

Ejercicio 1: Cambia tu perspectiva

Autoestima musical: la perspectiva en el error

¿Qué ves en la imagen? ¿Es un pato o un conejo? Cada uno ve una cosa.

La confianza, al igual que en el ejemplo de la imagen, depende de la perspectiva que cada uno tiene en interpretar las experiencias que ha vivido. Es nuestra elección, por ejemplo, elegir dejar de creer en nosotros mismos cuando nos sale mal una audición o concierto, o aumentarla. Y es que debemos partir de la base de que todos cometemos errores y no existe la interpretación perfecta.

El siguiente ejercicio sólo te llevará unos minutos y te ayudará a focalizarte, no sólo en los aspectos a mejorar, sino también en lo positivo de tu interpretación. Para ello, debes escribir después de cada ensayo, jornada de estudio o clase las siguientes tres cosas:

  1. Algo muy específico que te haya salido muy bien. Ejemplo: "He conseguido hacer el cambio de posición evitando ruidos innecesarios porque he relajado la tensión de la mano".
  2. Algo muy específico que hayas mejorado. No significa que tenga que ser un gran cambio, sino algo que represente una mejora.

  3. Algo muy específico que te ha supuesto un gran esfuerzo.

Ejercicio 2: Celebra las pequeñas victorias

No hay nada mejor para confiar en uno mismo que experimentar el éxito. La clave está en pensar en pequeñas victorias que nos ayudarán a mejorar nuestra autoestima. Recordar las victorias artísticas y vitales que has alcanzado te permitirá mejorar tu auto-imagen y esforzarte para conseguir nuevos logros en el futuro.

El ejercicio que propongo a continuación (técnicas de exposición) es también un método probado para superar el frecuente miedo escénico, por lo que creo te servirá de gran ayuda.

  1. Crea una jerarquía de situaciones de "presión" o "miedo escénico". Ejemplo (de menor a mayor presión): tocar solo en mi casa, para un amigo, para mi familia, para mi profesor, para otros músicos, en una masterclass, en una audición, en un concierto...
  2. Otorga un número de "presión" a cada una de ellas en una escala del 1 al 10.

  3. Pasando a la acción: Enfréntate poco a poco a cada una de estas situaciones, empezando por las menos comprometidas. Cuando consigas tocar relativamente cómodo y disfrutando en una de ellas, asciende un escalón más. Aunque pueda parecer un ejercicio simple, te aseguro que si lo haces conseguirás aumentar progresivamente la confianza en ti mismo.

Ejercicio 3: Elimina los pensamientos irracionales y negativos

Tanto si somos conscientes como si no, pasamos una enorme cantidad de tiempo hablando con nosotros mismos.  

La National Science Foundation ha estimado que nuestro cerebro produce unos 50000 pensamientos diariamente. Parte de este diálogo interior suele tratarse de juicios y críticas destructivas contra nosotros mismos. Y es que muchas veces nos decimos cosas que nunca diríamos a otra persona.

¿Te son familiares alguna de estas creencias irracionales?

  • "No soy suficientemente bueno"
  • "Seguro que me va a salir mal"
  • "Ha sido un desastre; no he afinado ni una nota"
  • "Dicen que he tocado bien, pero no tienen ni idea..."
  • etc.

Ejercicio: Pensar mejor para actuar mejor.

  1. Identifica tus pensamientos negativos e irracionales.
  2. Escribe esos pensamientos en un papel. Ejemplo: "He hecho el ridículo en la audición"

  3. Sustituye cada pensamiento negativo por otro más positivo, intentando ser constructivo en lugar de destructivo. Ejemplo: En lugar de "Me va salir fatal la audición", lo sustituiré por "como estoy nervioso tengo ese pensamiento catastrófico e irracional, puesto que me estoy imaginando algo que no tiene por qué suceder. Debo aceptar los nervios y centrarme en hacerlo lo mejor posible."


Si te ha gustado el post puedes darle a "Me gusta" y compartirlo en tus redes sociales.